jueves, 4 de agosto de 2011

Un afortunado descubrimiento

En más de una ocasión he comentado que uno de los grandes placeres de la vida es descubrir a nuevos escritores. En esta ocasión la tardanza puede ser excesiva. El escritor irlandés William Trevor (1928) ha publicado con más de ochenta años la novela Verano y amor. Un título nada sofisticado, como si a su edad no necesitara atraer con trucos a su lectores. Es una historia sencilla por donde se mueven un grupo de personajes que a primera vista no tienen nada de particular. Reparan las cercas de sus tierras, hacen las camas en una posada, venden a domicilio los huevos de la granja, revisan las facturas sin pagar de un pequeño negocio. Pero detrás de estos hechos tan cotidianos se ocultan las tragedias que toda persona tiene que arrastrar en la vida. Es sin duda la maestría con que Trevor teje estos dos planos lo que hace que su novela pueda ser considerada como una pequeña obra maestra. Nada más, y nada menos, que una historia de amor que sucede durante un verano.

(William Trevor, Verano y amor, Salamandra)

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