domingo, 8 de abril de 2012

Una R enmarcada

Nuestra R se mira en un pequeño espejo biselado. Pero ni ella ni el espejo son importantes. Nuestra R no es llamativa pero sí elegante, sabe mantener la compostura y adelantando, apenas un poco, el pie se cuadra frente al espejo. Aunque en blanco y negro adivinamos que el marco del espejo debe estar dorado con pan de oro. Dos macetas, una a cada lado, con forma de ánfora nos ofrecen tres tulipanes inexpresivos, como todos los tulipanes. Por arriba y por debajo el marco se adorna con volutas y espirales empequeñeciendo el espejo. Agradecemos que sea una R y no nosotros quienes nos veamos atrapados en el fondo del espejo, enmarcados por una falsa primavera.


Un buen rato de conversación

Un hombre blanco ha intentado suicidarse. Su salvador, un hombre negro, lo lleva a su apartamento en un gueto de Nueva York. Ahí se inicia una conversación entre la necesidad de la salvación y la desesperación. El hombre blanco es un profesor ateo y desengañado de la vida; el hombre negro un antiguo delincuente que ha encontrado la salvación en Jesús. Toda la obra, El Sunset Limited de Cormac McCarthy, gira en torno a los argumentos y refutaciones que van intercambiando. A la profundidad de los mismos hay que añadir un lenguaje coloquial muy conseguido, no nos hace falta leer quién es el que interviene porque son perfectamente identificables por sus expresiones. Algunas de las intervenciones, como en la vida misma, aparecen poco definidas, los mismos protagonistas reconocen la dificultad de la palabra para hacerse entender. Nos encontramos con un McCarthy en un registro nuevo pero igual de poderoso, este libro no desmerece de La carretera, Todos los hermosos caballos o No es país para viejos.

(Cormac McCarthy, El Sunset Limited, Mondadori, 2012)