A pesar de estar rodeada de corazones nuestra R no está enamorada. Doblemente trazada en su contorno, como queriendo reafirmar su poderío, esta capitular ha estallado y son los corazones quienes amortiguan la deflagración. Lenguas de fuego surgen de toda su silueta y se dirigen hacia todas las partes manifestando su ira y su cólera contra un mundo que la retiene con buenos sentimientos. "¡Basta de estúpidas sensiblerías!", grita iracunda.
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