Entre 1527 y 1547 Francisco de Espìnosa recogió más de 4000 refranes que fue anotando en distintos papeles y documentos. Este trabajo nunca fue publicado, según su editora Eleanor S. O'Kane, por la proliferación de colecciones de refranes que se daban en esa época. Espinosa, Oidor de la Real Chancillería de Valladolid, fue nombrado por el emperador Carlos V para mediar con los comuneros una vez que estallaron las guerras de las Comunidades. Junto a esta labor política nuestro personaje se sintió atraído por la obra de Erasmo, posible origen de su afición por los refranes. Entre sus refranes nos encontramos muchos que siguen siendo utilizados en la actualidad, otros que reconocemos su parentesco y otros, al fin, que se han perdido a lo largo de los siglos.
Casa con dos puertas no se puede bien guardar.
En casa del fullero todos conocen los naipes.
Salí de mi casa y fueme a la ajena, doleos de mi pena.
Antes que te cases mira lo que haces.
Andan sobre quién echará el cencerro al gato.
Desde la cintura abajo me dicen que soy hermosa, y en lo bajo muy graciosa.
Quien no tiene ruido compre un cochino.
Juan de Horozco, si te vi no te conozco.
Queréis la cubas llenas y las suegras beodas.
No hace poco quien su culpa echa a otro.
A la noche chichirimoche, a la mañana chichirinada.
Quien da lo suyo antes de su muerte merece que le den con un mazo en la frente.
(Francisco de Espinosa, Refranero (1527-1547), edición de Eleanor S. O'Kane, Real Academia Española, 1968).
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