martes, 28 de agosto de 2012

Ex-Libris manantial

En 1932 Otakar Stafl recibe el encargo de realizar un ex-libris para L. Stáflové. Sobre fondo negro un libro abierto deja caer de entre sus hojas el agua que riega y fertiliza el terreno que está a sus pies. Las flores, agradecidas, se apartan para que la pequeña catarata se precipite sin obstáculos y desde el suelo se repartan , equitativamente, sus aguas en el sembrado. La literatura como manantial que acabará dando sus flores y sus frutos nos propone nuestro viejo amigo.






Una R iracunda

A pesar de estar rodeada de corazones nuestra R no está enamorada. Doblemente trazada en su contorno, como queriendo reafirmar su poderío, esta capitular ha estallado y son los corazones quienes amortiguan la deflagración. Lenguas de fuego surgen de toda su silueta y se dirigen hacia todas las partes manifestando su ira y su cólera contra un mundo que la retiene con buenos sentimientos. "¡Basta de estúpidas sensiblerías!", grita iracunda.




Malas Notas 29

Cuando se ha sufrido una enfermedad grave no se puede ocultar un cierto halo de tristeza.

¡Cuánto ganaríamos si la sencillez fuera principio y la claridad norma!

Era un hombre maldito, Cronos le había condenado a realizar todos sus actos con precipitación, sin pausa, sin sosiego.

Vivir en una ciudad donde el edificio más alto tenga quinientos años.

Todos los padres deseamos que nuestros hijos sean algo más que nosotros en la vida; por eso nos llenamos de orgullo la primera vez que descubrimos que ya saben algo que nosotros desconocemos.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Endechas a la muerte de un hijo

Mientras David Grossman escribía su novela La vida entera tuvo la noticia de que su hijo Uri acababa de morir en un enfrentamiento militar en el Líbano. El libro trataba precisamente de la manera de conjurar la muerte del hijo de los protagonistas en los enfrentamientos entre judíos y palestinos. Ahora nos presenta un libro, Más allá del tiempo, que no es sino un llanto por la pérdida del hijo, un homenaje al dolor irresistible de la ausencia de quien menos se puede esperar y más se teme. Más allá del tiempo no es una novela, no podría serlo, es un poema con muchas voces y todas doloridas. El hombre, su mujer, el cronista y la suya, el duque, una mujer en el interior de una red, la comadrona, el centauro, un profesor de matemáticas y el zapatero son los personajes que Grossman utiliza para componer un inmenso poema a la memoria de su hijo. Él ya no puede volver pero si puede y debe ser bien llorado. Es un libro imprescindible para solidarizarse con el dolor y odiar, aún más, a la muerte. Como muestra os dejo uno de los pequeños poemas que lo forman.

Murió en agosto, y cuando ese
mes llegó a su
fin,
yo no hacía más que pensar, ¿cómo voy a poder
pasar a septiembre
quedándose él
en agosto?

(David Grossman, Más allá del tiempo, trad. Ana Mº Bejarano, Lumen, 2012)

Un paseo con Bach

No es la primera vez, ni será la última, que se diga que J. S. Bach es el más grande compositor que ha existido hasta el momento. Y es curioso si consideramos que gran parte de su obra se hizo por encargo o como manuales para que aprendieran los futuros músicos. Se han conservado catorce conciertos para clave que se interpretan actualmente también al piano (instrumento que no llegó a gustar a nuestro compositor). El segundo movimiento, largo, del número 1056 es pura sencillez, facilidad aparente, serenidad engañosa, es como una invitación a un paseo por el campo o por el interior de un museo. En esta ocasión está interpretado por el excéntrico y genial Glenn Gould y la orquesta Sinfónica de Columbia. ¡Buen paseo!



De Juan y de Pedro

Los nombres propios son muy usuales en los refranes. En unos casos porque permiten personalizar un hecho, en otros porque ayudan a la rima. La mayoría de las veces son nombres ficticios que no se corresponden con personas reales pero que al nombrarlas se nos ofrecen como espejos donde vernos identificados. Los nombres de Juan y, en menor medida, Pedro son los más utilizados en la literatura folklórica, de ahí que también lo sean en nuestro refranero. En el caso de Juan se identifica con dos prototipos contrarios y a veces complementarios; por un lado tenemos al tonto que todo lo hace mal y lo estropea y por otro al pícaro que con su ingenio y a lo "tonto" siempre consigue lo que se propone. Pedro está emparentado con este último Juan y su mejor encarnación la tenemos en el archiconocido Pedro de Urdemalas. Los siguientes refranes están espulgados del, ya mencionado, Gran diccionario de refranes de la lengua española de padre José Mº Sbarbi. Que nadie se dé por aludido.


De Juan a Pedro no va un dedo.

Juan de la Encina, quitar de abajo y poner encima.

Juan Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como.

Se parece a Juan Cagao, todo vestido de colorao.

Señor don Juan, ¿en verano terciopelo, y en invierno tafetán?

Ser como Juan de Aracena, que no tiene ni palabra mala ni obra buena.

Si bien o mal baila mi Juan, otros lo dirán.

Si te casas con Juan Pérez, ¿qué más quieres?

Dos Juanes y un Pedro hacen un  asno entero.

Bien se está San Pedro en Roma.

Casaron a Pedro con Marihuela; si ruin es él, ruin es ella.

Entrarse como Pedro por su casa.

Pedro de Urdemalas, o todo el monte o nada.

Pedro, por ti, poco medro. -Menos medrarás, si yo puedo.

Pícame, Pedro, que picarte quiero.

Por cierto, Pedro, nunca venís sino cuando meo, y halláisme siempre arremangada.

Por más que mi Pedro quiera guardarme, como yo no quiera, no será fácil.


(José Mª Sbarbi, Gran diccionario de refranes de la lengua española, Joaquín Gil, Buenos Aires, 1943)


viernes, 17 de agosto de 2012

Rivarolianas

La anterior entrega de los clásicos estaba dedicada a Remy de Gourmont, a él debemos también la difusión de los escritos de un compatriota olvidado: Antoine de Rivarol. Nacido en 1753 de origen burgués,clase social a la que detestó, se apropió de título nobiliario y se hizo llamar "conde de Rivarol". Vivió la Revolución Francesa pero, siempre desconfiado, se exilió en 1792 con la certeza de que la burguesía en el poder sólo podía descomponer la sociedad. Amigo de Chamfort siguió sus pasos literarios y escribía sus pensamientos en hojas sueltas que guardaba en una bolsa que siempre llevaba consigo y constituía su tesoro.  Pero además, como los grandes ingenios, era todo un personaje que se prodigaba en la sociedad francesa satirizando y burlándose de sus contemporáneos. Así surgió "Ravirolianas", pequeñas escenas humorísticas en que arremetía contra su interlocutor dejando una muestra de su ingenio y espontaneidad. Murió en 1801.

Hay que matar el orgullo sin herirlo, pues si lo herimos no muere.

El silencio nunca ha traicionado a nadie.

¡Para amar suficiente hay que amar demasiado!

Los filósofos son más taxidermistas que médicos: disecan y no curan.

La gloria no es más que humo, estoy de acuerdo, pero el hombre no es más que polvo.

Las zarzas cubren el camino de la amistad cuando no se transita demasiado.

¿La eternidad? Sin duda me encantará; uno entra en ella tumbado.

Un día, se encontró al filósofo Florián; éste caminaba delante de él con un manuscrito saliéndosele del bolsillo. Lo abordó y le dijo:
-¡Ah! Señor, si no lo conocieran, le robarían.

Un fatuo, que además era bastante feo, se jactaba delante de él:
-¡Las mujeres siempre han quedado satisfechas de mí!
Rivarol replicó:
-Exceptuando a su señora madre.

Cuando supo que el obispo de Toulouse se había envenenado, dijo:
-Se habrá tragado alguna de sus máximas.

Al enterarse del asesinato de Marat a manos de Charlotte Corday:
-Compadezco a Marat -dijo Rivarol-. ¡Qué mala suerte tuvo...! ¡Para una vez que tomaba un baño!

Sobre el obispo Autun, monstruosamente gordo:
-Fue creado y traído al mundo para demostrar hasta dónde puede llegar la piel humana.


(Antoine de Rivarol, Pensamientos y rivarolianas, traducción de Luis Eduardo Rivera, Periférica, 2006)

jueves, 16 de agosto de 2012

Retrato de familia

Los relatos de Jhumpa Lahiri son retratos de familia. Son familias norteamericanas de padres bengalíes e hijos nacidos en el nuevo país. El cabeza de familia suele ser profesor o ingeniero, la madre ama de casa y defensora de una tradición que dejaron a miles de kilómetros, los hijos estudiantes de las mejores universidades del estado; en resumen una familia de clase media alta que se puede permitir volar varias veces al año a su país de origen. Pensando en esta familia uno puede creer que sus tribulaciones son poco atractivas. El que así piense se puede perder el placer de leer uno de los libros más bellos escritos en los últimos años. Tierra desacostumbrada es un libro de relatos, en su primera parte, donde vemos desplegarse ante nosotros variaciones sobre un mismo tema: la familia bengalí en Estados Unidos. Pero estas familias no son sino el reflejo de cualquier familia, de la nuestra misma, donde dominan los silencios, las verdades a medias, el amor, la conveniencia, la identidad, las dificultades para comunicarse y relacionarse las generaciones. Y todo contado sin levantar la voz, sin aspavientos, dejando fluir las situaciones comunes de todas las familias y entreviendo al fondo las consecuencias inexorables, haciendo que nos identifiquemos, que nos veamos reflejados y por lo mismo cuestionados. La segunda parte del libro es una pequeña novela formada por tres capítulos que nos cuenta la historia de dos hijos de familias parecidas a las anteriores. En tres momentos y desde distintas perspectivas vemos las vida de los dos protagonistas, como se unen y se separan, como evolucionan y como siguen cada uno su camino antes de que por última vez se encuentren. Hace años que no leo un final tan perfecto, dos oraciones, veinte palabras bastan para sobrecogerte y reconocer que lo que acabas de leer no es un libro cualquiera.

(Jhumpa Lahiri, Tierra desacostumbrada, Salamandra, 2010)

miércoles, 15 de agosto de 2012

Buen viaje

Estamos en 1929 y Otakar Stafl recibe el encargo de diseñar un ex-libris para E. M. Havlicka. Desconocemos la naturaleza de este personaje: pudiera ser un armador, un intrépido capitán o, emulando a Conrad, un futuro escritor que quiere aprender la vida como grumete. Sea quien sea estará de acuerdo con nosotros en que la lectura es el mejor viaje por el mar de la incertidumbre.








Simplemente R

Nuestra R destaca sobre un fondo negro, su forma está bien definida, sus proporciones son las adecuadas y su encuadramiento nos informa que el molde está realizado en madera. La letra ha sido formada robándole a la madera parte de su materia con ayuda de una gubia, logrando que se entinte no la letra sino el fondo. Con una gubia de menor sección acanaló los laterales y viendo lo huérfana que quedaba trazó pequeñas incisiones a su alrededor imitando ramajes con curvas perfectas. El complemento no resta protagonismo sino que realza el motivo central como las olas al océano.






martes, 14 de agosto de 2012

Malas Notas 28

¿Qué nos querrá contar el agua con su conversación eterna?

Toda vuelta tiene la tristeza del que regresa y reconoce que, a pesar del recorrido, está de nuevo en el principio.

Todo pueblo muere cuando la tradición se vuelve espectáculo.

Como sobre la dehesa el azor, así mi corazón vigila tu presencia.

Definitivamente estamos lejos de la juventud cuando la enfermedad tarda más tiempo del necesario en curarse.

Una música checa muy americana

Entre 1892 y 1895 Antonín Dvorak vivió en Estados Unidos, una estancia muy productiva para la música clásica. Entre otras obras cabe destacar tres que están dedicadas expresamente al país de acogida: la sinfonía nº 9, conocida como Sinfonía del Nuevo Mundo; el cuarteto de cuerda nº 12, Cuarteto Americano; y la Suite Americana op. 98b. Su música, influenciada por la música negra y la tradicional americana, es un muestrario del nuevo continente desde la tranquilidad de las grandes praderas a la energía del Gran Cañón. He escogido en esta ocasión el cuarto movimiento, andante, de la Suite Americana interpretada por la Orquesta Filarmónica de Rusia dirigida por Dmitri Yablonski. Cierren los ojos e imaginen grandes llanuras de cereales acariciadas por un viento templado y amigo.


sábado, 11 de agosto de 2012

Otro refranero del siglo XVI

Entre 1527 y 1547 Francisco de Espìnosa recogió más de 4000 refranes que fue anotando en distintos papeles y documentos. Este trabajo nunca fue publicado, según su editora Eleanor S. O'Kane, por la proliferación de colecciones de refranes que se daban en esa época. Espinosa, Oidor de la Real Chancillería de Valladolid, fue nombrado por el emperador Carlos V para mediar con los comuneros una vez que estallaron las guerras de las Comunidades. Junto a esta labor política nuestro personaje se sintió atraído por la obra de Erasmo, posible origen de su afición por los refranes. Entre sus refranes nos encontramos muchos  que siguen siendo utilizados en la actualidad, otros que reconocemos su parentesco y otros, al fin, que se han perdido a lo largo de los siglos.

Casa con dos puertas no se puede bien guardar.

En casa del fullero todos conocen los naipes.

Salí de mi casa y fueme a la ajena, doleos de mi pena.

Antes que te cases mira lo que haces.

Andan sobre quién echará el cencerro al gato.

Desde la cintura abajo me dicen que soy hermosa, y en lo bajo muy graciosa.

Quien no tiene ruido compre un cochino.

Juan de Horozco, si te vi no te conozco.

Queréis la cubas llenas y las suegras beodas.

No hace poco quien su culpa echa a otro.

A la noche chichirimoche, a la mañana chichirinada.

Quien da lo suyo antes de su muerte merece que le den con un mazo en la frente.


(Francisco de Espinosa, Refranero (1527-1547), edición de Eleanor S. O'Kane, Real Academia Española, 1968).

martes, 7 de agosto de 2012

Libertad americana

He de reconocer que me llamó poderosamente la atención el título del libro de Jonathan Franzen, Libertad, por su sencillez. ¿De qué podría tratar una novela tan extensa (más de seiscientas páginas) con un título tan genérico? ¿Qué conquistas tendrían que conseguir sus protagonistas? ¿Qué luchas sociales y a qué época nos trasladaría? Pues bien todo se reduce a una historia familiar. Y cuando digo "reduce" no es porque sea una desilusión sino porque efectivamente la trama gira entorno a una familia americana y cómo cada uno de ellos afronta su vida y decide, libremente, qué debe hacer en cada momento. Es un acierto que la libertad también se enfoque desde la perspectiva individual, que los personajes tengan que optar en el amor, en el trabajo, en la política o en la vida misma. Franzen traza la vida de unos personajes que tienen que decidir y que no siempre, o casi nunca, aciertan. A veces resulta desalentador la capacidad que tenemos para equivocarnos, para escoger aquello que peor nos interesa, lo que nos lastima y nos aboca a la incomprensión. En este sentido Franzen acierta sobremanera, vemos desfilar situaciones en las que nos gustaría interferir, asesorar a sus protagonistas, pero que también sabemos imposibles, porque reconocemos que ellos nunca nos harán caso. Uno de los protagonistas, Walter, lo dice con absoluta claridad: "... lo único que nadie te puede quitar es la libertad de joderte la vida como te dé la gana."
Franzen tiene una escritura ágil, que se adapta perfectamente a las distintas situaciones, con unos diálogos logrados y un ritmo perfecto: nadie se puede aburrir. Dos son los narradores que intervienen, el propio escritor y una de sus protagonistas que en dos ocasiones nos habla desde un diario escrito por recomendación de su psicoanalista. Cuando es ésta quien toma la palabra, a mi parecer, es cuando más bello es el libro.
En resumen, es un libro muy recomendable para este verano, espero que disfruten y se emocionen con el soberbio final.

(Jonathan Franzen, Libertad, Salamandra, 2011)

lunes, 6 de agosto de 2012

Siguiendo los pasos de Remy de Gourmont

El francés debe ser un idioma que facilita la formación de aforismos dada la cantidad de escritores de esa lengua que se han decantado por este género literario. Sin necesidad de ser exhaustivos podemos citar a Pascal, Chamfort, La Rochefoucauld, La Bruyère o Joubert como dignos ejemplos de muestra afirmación. Remy de Gourmont (1858-1915),escritor, periodista y crítico de arte, puede unirse a esta lista sin menoscabo de su calidad. Los temas que trata en sus Pasos en la arena son los de todo pensador: el arte, la política, la religión, los comportamientos humanos, la moral, a los que une reflexiones sobre la inteligencia. Su estilo es heredero de sus antecesores, como él mismo lo define "Unir la claridad con la concisión no es algo que se alcance sin un paciente esfuerzo". Dejamos a continuación algunos ejemplos ilustrativos:

Dios tiene sus cortesanos; como los reyes, como los poderosos.

Un imbécil no se aburre nunca: se contempla.

Un azar dio al hombre la inteligencia. Él la empleó: inventó la estupidez.

La propiedad es necesaria; pero no lo es el que ésta permanezca siempre en las mismas manos.

Los enfermos siempre son optimistas. Tal vez el propio optimismo sea una enfermedad.

Palabras de un cura de pueblo a una devota muy escrupulosa: "Dios no es tan tonto como parece".

La diferencia que existe entre la música popular y la música culta debe ser la misma que existe entre una tela para forrar y un encaje. La distancia es enorme, pero, a fin de cuentas, no es ni puede ser esencial.

Es más o menos evidente que aquellos que sostienen la pena de muerte tienen más afinidad con los asesinos que aquellos que la combaten.

Un vicio es como el amor: no hay nada que no le sacrifiquemos.

La condición fundamental de una buena prosa es que ésta sea natural y rítmica como un movimiento respiratorio.


(Remy de Gourmont, Pasos en la arena, traducción de Luis Eduardo Rivera, Periférica, 2006)

Cucaña literaria

Podría ser un árbol cuyas frutos, ya maduros, van desprendiéndose y amontonándose en su base. Pero no, prefiero imaginar que Máje Jaroslava encargó a Otakar Stáfl  en 1927 un ex-libris que representara una cucaña cuyos premios no fuera otra cosa que libros, para que él se pudiera encaramar como en su infancia y desprendiera con regocijo sus trofeos más ansiados. ¡Quién pudiera participar en el juego!






R con contrafuerte

A pesar de la aparente solidez nuestra R necesita, como si de una catedral se tratara, un contrafuerte que la mantenga erguida. No sabemos su naturaleza, quizá sea mármol o piedra caliza recién tallada, pero vemos como se asienta en un equilibrio no muy consistente y como la inclinación del último elemento empuja hacia atrás la construcción. El contrafuerte recoge por la parte superior las fuerzas excedentes y las descarga hacia el terreno. Ha conseguido tal equilibrio que ni siquiera la naturaleza que la cerca hace peligrar su estado. Los siglos, como en las catedrales, serán testigos de esta obra perfecta.