domingo, 10 de febrero de 2013

Malas Notas 37

Lloramos las enfermedades ajenas porque no somos capaces de sentir su dolor.

Sólo a la muerte del padre el hijo es capaz de entablar una relación de amistad.

Cuando muera miles de cosas que he aprendido se perderán; alabado sea el destino que impedirá perpetuarme, que preservará a mis herederos de las estupideces que habría de legarles.

¡Cuánto se agradece encontrarse con autores que tratan con cariño a sus personajes!

El Jarama es un libro que nadie habría pensado escribir, pero que a todos hubiera gustado firmar.

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