domingo, 21 de octubre de 2012

Un hacha ridícula

El señor Domkár no tiene solución. Por más que amenace y empuñe el hacha afilada no le podemos creer. Sus libros le delatan. Bien encuadernados, con cubiertas en piel y nervios bien definidos se dejan caer sobre las inclinadas tapas de un libro que parece ofrecerse para el descanso. Por delante, y abierto en canal, un libro con las hojas en blanco espera las reflexiones y pensamientos del señor Domkár. ¿De qué batallas y aventuras tendrá que salir para dedicarnos unas palabras? El señor Domkár tiene desde 1942 un ex-libris, de Otakar Stalfl, que lo desenmascara.


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