El adjetivo avaro necesita una tilde, ávaro, que lo enfatice.
De todas mis aficiones, y han sido muchas en mi vida, la única que ha perdurado ha sido la lectura. Posiblemente también sea la culpable del olvido de las restantes.
El rugido del mar fue la sinfonía de la creación.
En una ocasión una bella muchacha le dijo que lo veía muy prudente, y él se lo tomó como un halago. Sin embargo cada vez que la volvía a ver no podía dejar de pensar si ella se lo dijo como reproche.
Lloramos de rabia, de ira y de dolor. Lloramos por la muerte, por la ausencia o el olvido. Lloramos con miedo, sin pudor, lloramos hacia el fondo y hasta siempre. Pero no hay llanto más desolado que el que nos mana desde la tristeza.
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