domingo, 14 de octubre de 2012

¿Quién no tomaría un café con Bach?

Junto a las cantatas religiosas de Johann Sebastian Bach, unas doscientas, sólo compuso quince de tema profano. Una de ellas la Cantata del café, como indica su nombre, es una celebración de la excitante y tentadora bebida. Nunca una bebida ha tenido un promotor más importante y ha sido celebrada de forma más extraordinariamente. ¿Quién resistiría a la invitación de una taza mientras escucha su música? ¿Quién no perdona su amargor bajo la influencia de la flauta? ¿A quién le importa la vigilia acompañado de tan maravillosas notas? De los cinco movimientos, ofrecemos la segunda aria en la interpretación de Clarina Bezzola con la Orquesta de Cámara de Zurich.

Oh! qué dulce sabor del café,
más delicioso que mil besos, 
más suave que el vino moscatel.
Café, necesito un café, 
si alguien me quiere regalar,
entonces, que me sirva un café.



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