domingo, 14 de octubre de 2012

La lógica de Benjamín Prado

Con Pura lógica de Benjamín Prado nos volvemos a encontrar con un libro de aforismos que en muchos casos no fueron pensados como aforismos. Tenemos a un editor, Julio César Galán, que ha rebuscado entre la obra de Prado a la caza de sentencias a la que aplicar el calificativo de aforismos. Prado, que ha aportado  un buen número de textos, estos sí, escritos como aforismos, sólo le ha prohibido el uso de versos sueltos de sus poemas para este antología, pensando, en buena lógica, lo fuera de lugar de esa pretensión. Con estas premisas es explicable lo irregular del libro, junto a aforismos que actúan como tales nos encontramos textos de un esquematismo exagerado para el género. La falta de matiz es demasiado evidente y nos hace pensar que la frase elegida formaba parte de todo un discurso que, o bien explicaba su significado, o bien, con ella, concluía una argumentación. En cuanto a los temas que más le preocupan están, sin duda, los propios del género y tratados, como es normal, de más de una forma. El paso del tiempo y los proyectos, el camino y la distancia, el miedo y los recuerdos se suceden cíclicamente ofreciéndonos distintas perspectivas y abriéndonos diversos senderos por donde transitar. Os dejo una selección de estos 500 aforismos.

Lo que no ha sucedido también tiene su historia.

El dinero cambia de manos pero no de dueño.

Leer es recordar lo que no ha sucedido.

Perderse es inventar otro camino.

No hay mayor derrota que no tener nada que perder.

 Aprender es descubrir, saber es recordar.

Sobrevivir es irse haciendo del tamaño de las circunstancias.

Buena memoria y malos recuerdos, ésa es la peor combinación que existe.

Cuando alguien no tiene nada que darte te ofrece el futuro.

Los relojes son sólo los suburbios del tiempo.

Los poderosos son los que dan las órdenes a los que mandan.


(Benjamín Prado, Pura lógica, Hiperión, 2012)

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