domingo, 7 de julio de 2013

Los sofismas de Vicente Núñez

He dudado en incorporar los Sofismas que escribió durante años Vicente Núñez (1926-2002) a esta sección de aforismos y literatura fragmentaria. Al final me he decidido porque representa, en grado máximo, los defectos de los nuevos aforistas. Una primera falta está en la extensión, cada sofisma está formado por muy pocas palabras, tan pocas que el lector no entiende en muchos casos su intención y a la vez es incapaz de completar el sofisma y lo abandona como irrelevante. La paradoja es un recurso intrínseco al aforismo, con él el autor pretende que vayamos más allá de lo que de primeras nos dicen las palabras. Sin embargo cuando la paradoja deviene, y éste es el caso de la mayor parte de los sofismas, en juego, en variaciones o pasatiempo, acaba provocando en el lector indiferencia porque ve que detrás no hay nada, puro vacío. En la página 145 nos dice: "Un sofisma va siempre más lejos que el texto que lo porta" y lleva razón, siempre que porte algo, porque es una falsedad que tengamos que rumiar el aforismo para disfrutarlo, tenemos que deslumbrarnos con la primera lectura, no quedarnos pasmados e ignorantes. Los aforistas clásicos escribían para entender el mundo y ofrecernos su opinión, en la actualidad sólo hablan de sí mismo, no sabemos si para entenderse, lo que sí sabemos es que casi todo lo que nos cuentan nos trae sin cuidado porque ellos nunca serán nuestros modelos. Posiblemente todos estos defectos se deban a la falta de selección, uno puede escribir miles y miles de textos pero no tiene obligación de publicarlos, el noventa por ciento son ejercicios o borradores sobre los que trabajar, y es esta falta de distinción la que estropea y empobrece los sofismas realmente buenos. Algunos de éstos paso a mostrar.

¿Somos los dioses de Dios?

Esto de ahora no es hoy. Es ayer.

Harto de carne, el diablo se metió a fraile: a variar de sabor.

La verdadera hermosura de la mañana está en haber dormido en soledad.

¡Si Mozart hubiera presentido los rosas de Picasso!

El desdén, si no es elegante, nunca es del todo desdeñoso.

¿Quién me garantiza que el estar conmigo no es la mera consecuencia de una huida?

Todo verdadero discípulo era ya un maestro.

Ese beso escaso es el que no se olvida.

¿Por qué el tiempo es tan largo en los trenes?

La cosecha nunca estará a la altura de la siembra.

Bendita seas, autoridad, porque nos hiciste desobedientes.


(Vicente Núñez, Poesías y sofismas II. Sofismas, Madrid, Visor Libros, 2010)

3 comentarios:

  1. Veo que además eliges los peores, pero leyéndote no me extraña que para ti sean los mejores sofismas.

    Antonio.

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  2. Claro, no se deja opción al alumno, se le da todo hecho para que ratifique la opinión del profesor.
    Poca investigación previa (se reconoce que quizá no sean los mejores) y posterior (el alumno no tiene nada que hacer). La enseñanza como un círculo cerrado, controlado y dominado; un campo acotado y sin posiblidad de ser labrado.
    Olga.

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