La curiosidad es el componente esencial del lector y, por lo tanto, de la literatura. Si no ansiáramos saber cómo se enamoraron, qué se dijeron, cuándo y por qué se distanciaron, no sólo no se habría leído nunca, ni siquiera se hubiera escrito.
Abril se viste de fiesta con la flor de la retama.
Aunque todos seamos vanidosos, sólo algunos consiguen ser coquetos.
Reniego de la literatura que no provoca una sonrisa, que no fuerza una lágrima.
Mi desapego por el deporte debe venir de que sólo en una ocasión tuve que competir y, aparte del trabajo, no me supuso ninguna satisfacción.
Huye de los que te quieran salvar, lo más probable es que acaben enterrándote.
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