Prácticamente concluido el año, estas malas notas para los pobres lectores de este blog, especialmente para mis seguidores (¡Dios mío qué palabra!).
Las palabras nombran el universo, las imágenes sólo lo enseñan.
La literatura tal vez no sirva para nada, pero alivia.
Si quieres saber si una canción es buena, léela en voz alta; si lo que pretendes es averiguar si un poema lo es, cántalo.
Al fetichista no le importaría transformarse en objeto si tuviera la seguridad de permanecer eternamente en contacto con la piel de sus deseos.
¿Qué nos atrae del fuego? La inmediatez, la variedad y lo efímero.
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