domingo, 9 de octubre de 2011

Refranes contra el clero

El anticlericalismo español es algo que ni los mismos clérigos ponen en duda. No todos los anticlericales son ateos o agnósticos, la mayoría son cristianos que no entienden cómo los representantes de su Dios hacen lo contrario de lo que dicen y se alían siempre con los más poderosos. El refranero ha recogido este malestar y lo ha expresado, desde hace siglos, sin eufemismos. En otra ocasión tal vez nos centremos en algún grupo particular (monjes, curas, abades, frailes), pero en esta primera aproximación nos conformaremos con una docena, del fraile (13), para abrir boca y degustar uno de los más sabrosos manjares.

A la lumbre y al fraile, no hay que hurgarle; porque la lumbre se apaga y el fraile arde.

A santo que come y bebe, otro le rece.

Abad de Redondela, comisteis de la olla y pedís cazuela.

Al fraile gordo, latigazo en los lomos.

Amor de monja y fuego de estopa y viento de culo, todo es uno.

Asnos, clérigos y judíos, quieren mucho a sus hijos.

Bien predica el ayunar quien acaba de almorzar.

Como el cura de Morote: viejo, chocho... y simplote.

Con militares, frailes y gatos, pocos tratos.

Cuando el prior juega a los naipes, ¿qué harán los frailes?

De los curas y de los mulos, cuanto más lejos más seguros.

De rey, río y religión, líbranos, Señor.

El abad de la Madalena, si bien come, mejor cena.


(Esteban, José, Refranero anticlerical, Madrid, Ediciones Vosa, 1997).

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