domingo, 21 de abril de 2013

Refranes egipcios dialogados

De Rosa Mª Ruiz Moreno ya vimos una selección de refranes egipcios referidos a la familia. En esta ocasión la temática es más amplia abarcando la vida personal, la vida social y la vida agrícola y rural, y en último término la vida y costumbres de los animales. En este trabajo, como en el anterior, el refrán aparece en primer lugar en su traducción literal, a la que le sigue en grafía árabe y en transcripción fonética. Es de agradecer que a los comentarios explicativos del refrán se añaden los textos castellanos semejantes en cuanto a intención y uso, así como las referencias bibliográficas utilizadas. De entre los más de mil refranes que componen la obra vamos a seleccionar parte de aquellos que presentan una estructura dialogada. Estas formas consiguen un ritmo más intenso a la vez que nos sorprenden por lo inesperado y al mismo tiempo  oportuno. En nuestro idioma muchos de estos diálogos, mayoritariamente no entre humanos, han tenido una muy buena acogida entre los repertorios clásicos y se siguen usando coloquialmente. Veamos pues algunos ejemplos.


-¿Qué te hizo saber que era mentira? -Su tamaño.

Dijeron al lobo:-Te van a encargar del ganado. Y se echó a llorar.-Eso es  lo que te gusta. Contestó: -Temo que sea mentira.

Dijo un ciego a un tuerto: -Amarga el cáliz de la ceguera. Contestó: -Sé de la mitad de ella.

Le dijeron a una mujer: -Eres gorda y tuerta. Contestó: -Vaya lo uno por lo otro.

-Tu pan me agrada, tío. -Para mi desgracia, sobrino.

Le dijeron al hambriento: -¿Cuánto es uno por uno? Contestó: -Un pan.

-¿Conoces a Fulano? -Sí. -¿Has vivido con él? -No. -Entonces no lo conoces.

-Vivir para ver. -Y andar para ver aún más.

-¿Ahorcado o estrangulado? -Todo va al cuello.

-¿Cuál es tu nombre? -Ámbar. -¿Cuál es tu oficio? -Pocero. -Se estropeó el nombre con el oficio.

Dijeron al ratón: -Coge dos arreldes de azúcar y llévale el recado al gato. Contestó: -Buena es la paga, pero el trabajo no le va a la zaga.

-Ojalá se corte con lo que robó. -¿Quién te ha dicho que es un cuchillo?

-Pare la vaca, ¿por qué se contrae el buey? Contestó: -Acaso sea para llevarse los honores.


(Rosa Mª Ruiz Moreno, Egipto y su sabiduría popular: el refranero, Universidad de Jaén, 1999)

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