domingo, 13 de enero de 2013

Un narrador perfecto

Con Verano y amor (escrito en 2009 y publicado en España dos años más tarde) el escritor irlandés William Trevor tuvo un éxito en nuestro país que antes se le había negado. Con ochenta y un años nos ofrecía un relato lleno de sabiduría, sensibilidad y buen oficio. Salamandra, la editorial que antes ya había publicado otra de sus novelas, rescata y nos regala Una relación perfecta, doce relatos publicados en 2007. Decir que Trevor es uno de los grandes narradores ya no es nuevo en España y que sus cuentos se encuentran a la altura del gran maestro Chejov o de la no menos reconocida Alice Munro tampoco resulta extraño. En estos doce cuentos nos ofrece un mosaico de posibles situaciones triviales que devienen en conflictos y desgracias. Una relación trágica e inexcusable que provoca un accidente, el chantaje a un sacerdote que desencadena un miedo y una culpa de la que no se es responsable, un viaje a Venecia para entablar una conversación imposible, la muerte gratuita y el equívoco que la justifica, el paréntesis en una relación (perfecta?) que se instala en un futuro ya siempre imperfecto; son algunos de los temas que se abordan en este libro. Su estilo es limpio y minucioso, todo lo que se describe y cuenta es importante a pesar de la trivialidad aparente; poco a poco y en pequeñas pinceladas nos va pintando el cuadro, aclarando hechos del pasado que nos permite entender el presente. Todos los relatos tienen un desasosiego común, el que nos asalta cuando profundizamos en una realidad adversa.
Quisiera llamar la atención también sobre un relato extenso de Trevor que en 1988 editó Edhasa, Noches en el Alexandra. Nos cuenta la historia de Harry, un muchacho irlandés que entabla relación con un matrimonio, él alemán y ella inglesa, que se instala en su pueblo durante la Segunda Guerra Mundial. Esta nueva relación le hará descubrir la ruindad y la incomprensión de su familia y sus vecinos. Sin embargo su vida cambiará de tal manera que ya nunca será igual y a sus cincuenta y ocho años, soltero y sin descendencia, seguirá viviendo en los recuerdos de aquella relación. Propietario de un cine, el Alexandra, que ya no es cine y que recibió como regalo de su pareja de amigos reconoce que: El destino ha hecho de mí el espectro de un entreacto..., un espectro que todos quisiéramos ser.
William Trevor no ha tenido hasta ahora una buena difusión en nuestro país, su obra se ha publicado en demasiadas editoriales y sin continuidad, Edhasa, Alianza, Siruela, Anaya & Mario Muchnik y finalmente Salamandra. Esperemos que a partir de ahora se rescaten sus libros ya descatalogados y nos brinden nuevos títulos, por el bien de la literatura de los lectores.

(William Trevor, Una relación perfecta, Salamandra, 2012; Noches en el Alexandra, Edhasa, 1988)

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