Ernesto Sabato no es propiamente un escritor de aforismos pero, en alguna ocasión, ha escrito apuntes que por la extensión y el estilo se asemejan mucho. En 1963 publicó una primera edición del libro El escritor y sus fantasmas donde recoge las reflexiones que le habían suscitado la creación de ficciones. El libro, que tiene su precursor en Heterodoxia (1953), se amplió con nuevas anotaciones en 1979. De esta versión son los apuntes que he seleccionado.
EL PRINCIPAL PROBLEMA DEL ESCRITOR
Tal vez sea el de evitar la tentación de juntar palabras para hacer una obra. Dijo Claudel que no fueron las palabras las que hicieron La Odisea, sino al revés.
AUTOBIOGRAFÍAS
Dada la naturaleza del hombre, una autobiografía es inevitablemente mentirosa. Y sólo con máscaras, en el carnaval o en la literatura, los hombres se atreven a decir sus (tremendas) verdades últimas. "Persona" significa máscara, y como tal entró en el lenguaje del teatro y de la novela.
LA "OBJETIVIDAD" DE KAFKA
Valdría la pena examinar ese fenómeno, en que una especie de fría objetividad expresiva, que por momentos recuerda al informe científico, es sin embargo la revelación de un subjetivismo tan extremo como el de los sueños. Otro contraste eficaz: describe un mundo irracional y tenebroso con un lenguaje coherente y nítido.
UNA DE LAS PARADOJAS DE LA FICCIÓN
Es característico de una buena novela que nos arrastre a su mundo, que nos sumerjamos en él, que nos aislemos hasta el punto de olvidar la realidad. ¡Y sin embargo es una revelación sobre esa misma realidad que nos rodea!
IDEA FIJA EN EL CREADROR
El tema no se debe elegir: hay que dejar que el tema lo elija a uno. No se debe escribir si esa obsesión no acosa, persigue y presiona desde las más misteriosas regiones del ser. A veces, durante años.
¿QUÉ ES UN CREADOR?
Es un hombre que en algo "perfectamente" conocido encuentra aspectos desconocidos. Pero, sobre todo, es un exagerado.
(Ernesto Sabato, El escritor y sus fantasmas, Seix Barral, 1981)
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