En estos momentos que se habla de dar la nacionalidad española a los judíos sefardíes no debemos olvidar que desde hace más de quinientos años llevan conservando nuestro idioma tal y como se usaba en el momento de su expulsión. Es verdad que en sus muchos éxodos han ido tomando palabras de otros idiomas, como el turco o el griego, pero siempre como préstamos que se reciben y agradecen del lugar de acogida. Muchos de estos judíos que se habían establecido en el centro de Europa y se consideraban ciudadanos europeos tuvieron que huir cuando el nacionalsocialismo aplicó su política de exterminio. En busca de un nuevo mundo se embarcaron hacia el continente americano, recalando tanto en tierras del sur como del norte. De entre estos últimos Isaac Jack Lévy recopiló los refranes que aún conservaban del castellano y los publicó, junto a un estudio sobre el refranero, en 1969 con el título de Prolegomena to the study of the refranero sefardi. Del total de refranes forma dos grupos, en uno nos presenta aquellos que son fiel reflejo de los refraneros castellanos de la época; mientras que en el otro grupo encontramos refranes a los que no ha podido encontrar modelo o claramente han surgido a partir de las nuevas condiciones de vida una vez exiliados de su patria. La muestra que presentamos pertenece al primer grupo.
A kada uno li gueli bien su pedu.
Al ombri artu, lo dulse amarga.
Amor di madri, ke lo demás es aire.
Bien ama, ken nunka olvida.
Buena fama todu inkuvre.
Dime kon ken vas i te diré kén sos.
Dinguno savi lo ke ay en la oya, sino la kucara ki la mineya.
Dondi no ay din no ay don.
En kaza yena, prestu si giza la sena.
En la ora más oskura esklaresi.
Fue por lana, i vino triskilado.
Kada uno si araska onde le kome.
Ken a feo ama, irmozo li paresi.
(Lévy, Isaac Jack; Prolegomena to the study of the refranero sefardi, New York, Las Americas Publishing Co., 1969)
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