Aunque nos quieran hacer creer que los refranes son sentencias profundas que el pueblo ha dado forma a lo largo de los siglos, muchas veces no son sino ocurrencias, gracias y dichos para dar matraca a los demás. La vena humorística es tan importante como la moral, tanto que muchas veces se confunden, y al reírnos de los nuestros vecinos o de nosotros mismos no hacemos otra cosa que liberarnos de un dolor que puede ser insoportable (Nos reímos por no llorar). También nos encontramos con el uso del lenguaje como divertimento, como ejercicio paradójico o como sorpresa inesperada. José Mª Iribarren y Ricardo Ollaquindia en su Refranero navarro tienen un capítulo titulado "Simpladas y sinfundamentadas" en el que recogen algunos de estos dichos. Saboréenlo.
Pantalones tengo tres; éstos, los que llevo puestos y los que ves.
Tampoco el congrio es mal ave.
El que todo lo gasta de una vez, no deja nada para después.
Doce y una trece, el que no caga perece.
¡Qué risa me da el tacón cuando está rota la media!
Lo que le pasó a Narciso, que no le pasó más porque no quiso.
Pa vivir así, más vale no morir.
Con salú te pille el tren.
Pégale en la nuca pa que no cojee.
No hay peor gente que hombres y mujeres y algún soldáu.
¿Qué haces? -Por aquí meando, sin saber lo cago. ( Por aquí me ando sin saber lo que hago).
Eso son verdades de Perogrullo , que a la mano cerrada llamaba puño.
(José Mª Iribarren y Ricardo Ollaquindia, Refranero navarro, Fondo de estudios y publicaciones, 1983)
Desde mi punto de vista, aunque en ocasionas así ocurra, ni los autores que indica, ni el carácter general del país, muchas veces superfluo, puede entender que si bien es importante recopilar estos dichos, también lo es indagar en ellos, aspecto éste alejado por la gran carga y alargamiento temporal que puede conllevar su búsqueda y al que parecen obviamente, no haberse dedicado, ya que muchos de esas "Simpladas y sinfundamentadas" a modo de coletillas que aquí son recogidas y que teóricamente han de distraernos, tienen detrás una verdadera historia y motivación de ser, que se acorta en el lenguaje popular con la simple manifestación que al final nos llega en el boca a boca, por tanto, siento contrariar, al menos en este caso, este artículo y cierta especie de frivolización que suelen acompañar determinados titulares. Gracias
ResponderEliminar