El emperador Marco Aurelio nacido en Roma pero de familia proveniente de Córdoba no puede ser considerado como escritor de aforismos. Sus Meditaciones son reflexiones sobre la vida, la familia, el gobierno y la filosofía. En muchos casos es verdad que recurre al estilo aforístico para con una sola frase exponernos sus opiniones. De algunas de éstas he seleccionado:
Muchos pequeños granos de incienso se encuentran sobre el mismo altar; uno se consumió antes, el otro más tarde; y nada importa la diferencia.
Todo es efímero: el recuerdo y el objeto recordado.
Próximo está tu olvido de todo, próximo también el olvido de todo respecto a ti.
La perfección moral consiste en esto: en pasar cada día como si fuera el último, sin convulsiones, sin entorpecimientos, sin hipocresías.
Cuando hayas hecho un favor y otro lo haya recibido, ¿qué tercera cosa andas todavía buscando, como los necios?
Recibir sin orgullo, desprenderse sin apego.
Los hombres han nacido los unos para los otros. Instrúyelos o sopórtalos.
Muchas veces comete injusticia el que nada hace, no sólo el que hace algo.
Todo cuanto ves, muy pronto será destruido y los que han visto la destrucción dentro de muy poco serán también destruidos; y el que murió en la vejez extrema acabará igual que el que murió prematuramente.
(Marco Aurelio, Meditaciones, Gredos)
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