Felix Mendelssohn Bartholdy (1809-1847) disfruto de un desahogo económico que le permitió dedicarse por entero a la música. Considerado el más clásico de los románticos compuso todo tipo de música salvo la ópera, destacando sus sinfonías y oberturas. Atraído por la composiciones vocales escribió poco menos de cien lieder y cinco salmos. No sabemos si fue su ascendencia judía o su conversión al luteranismo lo que le llevó a atreverse con los salmos. El 115, del que ofrecemos el segundo movimiento (dúo y coro), trata sobre Dios y los ídolos comenzando: "No a nosotros, oh Yehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad", y continúa pidiendo a Israel que confíe en su Dios pues Él los bendecirá. El fragmento que presentamos se inicia con la voz del tenor a la que se une poco después la soprano como si fuera la confluencia natural de dos ríos que deciden mezclar sus aguas en el camino del mar, cada una mantiene su fuerza pero se acomoda al fluir de la nueva compaña. El coro las recibe y las acoge permitiendo que suenen diferenciadas, pero poco a poco, como el mar ya alejado de la desembocadura, las absorbe, las cubre y se las apropia.
Annemarie Kremer, Daniel Sans y el Chambre Choir of Europe ponen las voces, mientras Nicol Matt dirige a la Württembergische Philharmonie Reutlingen.
Disfruten.
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