De la muerte no se escapa ni el duque, ni el rey, ni el Papa.
Papas y sacristanes, en siete pies de tierra caben.
Muérese el rey, y el Papa, y el duque, y el prior de Guadalupe.
El rey y el acemilero pasan por un mismo rasero.
La muerte y el amor, igualadores son.
Muerte y enfermedades no distinguen de linajes.
A los bienes y a los males, la muerte los hace iguales.
Tan presto muere el rico como el mendigo.
A la fosa, lo mismo que la vieja va la moza.
De los mozos mueren algunos; pero de los viejos no escapa ninguno.

(Luis Martínez Kleiser, Refranero general ideológico español, Hernando, 1953)
(La Abadesa, grabado de Hans Holbein para La danza de la muerte, 1523)
No hay comentarios:
Publicar un comentario